La Drogba es un viaje de vuelta: Brasil - Costa de Marfil (por Nico)

So it begins… Para los que tenían aun dudas sobre qué era exactamente el Monstruo Negro, qué era capaz de hacer y hasta dónde llegaba su agresividad, bueno, acá tienen un ejemplo. Brasil jugó un partido de play con Costa de Marfil. Tacos, toques, lujos, pases milimétricos, definiciones lapidarias. Con la llegada de la magia carioca, ya aumentaron los precios de pañales adultos en Alemania, Argentina y Holanda.

Partido caliente, por los goles, por las polémicas y porque aprovechando que afuera hacia 4º grados me vi todo el primer tiempo desde adentro del microondas. Y con dos pares de medias.

Fue entretenido, completito, y repartió pasajes de vuelta para unos, preocupaciones de cara a la definicion para otros. Brasil empezó tímido, de a poquito, pero pasados esos fríos tres segundo de arranque la cancha se inclino. Costa de Marfil se mostró interesante en el juego individual, pero el colectivo no llegó nunca. Por eso sus jugadores se vieron obligados a correr hasta el área rival, sin más recursos que intentar la personal. Un poco por las rastas y otro poco por los movimientos lentos y desinteresados, tuve que cerciorarme de que los mediocampistas de Costa de Marfil no fuesen en realidad hippies Jamaiquinos que habían invadido la mitad de la cancha.

Elefantes con poca memoria:

Pases imprecisos sumado a que la cancha parecía haber sido enjabonada para algún juego de Supermatch, hizo que los morochos fallaran siempre que intentaron jugar la Jabulani de memoria. Ni la genética maratonista sirvió para contrarrestar a los monstruos de la verdeamarella. La gloria estaba en juego y Brasil tenia hambre. Asimismo los jugadores de Coste D’Ivori también tenían hambre, y eso se notó en sus estados físicos.

Veamos el caso particular: Drogbá se las vio negras. Luego se terminó de vestir y salió del vestuario para dirigirse al campo de juego. Después de este chistonto con exceso de melanina testicular señalemos que por la fractura que sufrió días atrás, a Didier se le inyectaron siliconas en el cuerpo. Es que jugando en una selección con tan bajo rendimiento, un solo trabajo ya no alcanza. Que llegues a lo mas alto con tu nueva apariencia Negro!!

Hasta Mourinho y el Barça no paro, yo no paro, yo no paro...

Y, como haría Fernando Bravo para enganchar con el tema, una de las vedettes del partido fue el arbitraje. A los 20 minutos del encuentro más picado en lo que va de la Copa, el referí dejó pasar un topetazo en el área Brasileña que cortó un ataque. Para el árbitro no llegó a ser penal, para mi tampoco. Con una condena civil, resarcimiento y pedido de disculpas públicas alcanzaba lo mas bien.

Un rato después se acababa la joda: un gol tranquilito, humilde, casi marcado por los nervios y la inseguridad. Deben haber sido siete pases en el área chica, dos de taco, y definición al ladito del palo, con encare tramposo y todo. Chau!, se había acabado la tregua. Y el partido. Y el mundial. Brasil había empezado a jugar a lo Brasil.

Dicen que en Brasil todo el año es carnaval, eso explica la pintusa de Dunga. En esta oportunidad nuestro fashion victim predilecto se había nutrido de una gabardina marrón, una camisardi color salmón y había rematado con el detalle de la musculosa verde abajo, impecable. Para la segunda parte el DT carioca aprovechó que Luis Fabiano se había despertado y lo paró lejos del medio campo, lejos de la marca, y lo más lejos posible del árbitro.

En el arranque del segundo, Luis Fabiano le hace honor a su nombre y arma un movimiento novelesco. Saca del arcón algunos movimientos de Pelé, la mano del Diego, la pegada de Ronaldo y la colaboración francesa (aportada por el referí en este caso) y, como un Kung Lao endemoniado, tira un par sombreros al aire, la baja con el codo y remata al primer palo. GOLAZO. (TENGO MIEDO, NENE!!!!)

Así como los antiguos Fenicios eran navegantes y los Vikingos tenían los mejores guerreros, lo Brazucas se caracterizan por ser un pueblo de laterales, unos negros que te comen crudo. Maicon fue nuevamente una amenaza indomable. A la mitad del 2 tiempo decidieron hacer el cambio, y darle la oportunidad a un pibito que recién empieza para hacerle ganar algo de confianza. Dani Alves entra a la cancha. Si le das medio metro te desborda la Fosa de las Marianas!!. Y en una de las tantas llegadas por izquierda, centro atrás de Kaká, gol del 7, partido liquidado. Sin embargo no todo era alegría para él, porque a tono con el gran sacrifico que mostraba el equipo, se rompe Elano (si, van a leer este tipo de chistes en todas y cada una de mis reviús). El gol se gritó en Brasil, la lesión en el resto del mundo.

El cuerpo técnico brasileño se quejó de la veracidad de la edad que figuraba en algunos jugadores de Costa de Marfil, como el que vemos en la foto.

Erickson, que en el banco de Costa se sentía como un piojo en la cabeza de la Mona Jiménez, decide que es momento de tomar riesgos y jugársela. Apuesta la escritura de su casa a que Brasil los pasa por encima con un 3-0 inamovible. Eso explica la poca iniciativa de los Elefantes verdes (fasooooouu!) en el 2º tiempo.

Promediando la hora y pico de juego, a los marcadores negros de Brasil se les desdibuja la línea, Drogbá rompe con el offise y hace clín caja de un mano a mano malogrado por Servinho (se ve que le tiro más la sangre) y Julio Cesar, una ves mas sin comerla ni beberla, tuvo que apuntar un telescopio a la ratonera para ver como se clavaba el frentazo de Didier.

No se si el tiempo le pasaba más rápido o que, pero conforme avanzaba el partido el arbitro iba perdiendo reflejos, vista e inteligencia. Los de amarillo, en afán de defender, tiraron una pequeña plancha que el referí, devenido en Mr. Magoo, no cobró. En las repeticiones se puede ver que en realidad se trataba de una ATMA profesional de esas que usaban los tintoreros. Segundos después Costa seguía atacando, y Drogbá, luego de bajarse una bidón Bilardiano (que contenía a saber: Gatorei, Speed, vodka, pimentón en grano y aditivos para carburador de avión), se mete un pique de 40 metros tratando de ganarle a la engañosa velocidad de la Jabulani, y ya en el área rival salta con todo el peso de cuerpo y asesta un certero cabezazo contra el esférico: el cráneo de Juan. Hyroshima se quedó corto antes tal impacto. A partir de ahí ambos equipos proponen un juego muy diferente: Kick Boxing.

El referí miraba de cerca el cronometro, no se si porque faltaba poco para el final o porque realmente el tipo no veía un joraca, en serio lo dudo. En esas circunstancias Dunga realiza una jugada maestra dejando en cancha, con el partido cerrado, a un Kaká amonestado siendo el centro de todos los reclamos de los jugadores africanos, y habiéndose raspado por lo menos con 4 diferentes. El árbitro, para no ser menos, redobla la apuesta y decide eclipsar todas las cagadas que ya había hacho, mandandose una más grande. Le muestra MAL la 2º amarilla al evangelista quien se va sin poder jugar el próximo encuentro. Como dije, jugada maestra (de Portugal). Ah, y después adicionó bastante menos de lo que correspondía.

Dunga, sacadísimo, demostró su enojo para con el referí.