Todo vuelve. Salvo Gago en las
contras. Así un día volvieron las reviews de GrupoBen. En este caso les traigo
uno de los (sinó El) partidos más interesante de la primera ronda: Lo’ tano’
contra lo’ pirata’.
Para verlo por televisión, el
marco era inmejorable. Pero in situ
la cosa era distinta. Cuando los relatores decían que el estadio se venía
abajo, deberían haber aclarado que era porque no se había hecho a tiempo de
terminar las gradas. Cuando hablaron sobre el caluroso recibimiento, en
realidad se referían a los 45º de sensación térmica que alcanza el norte de
Brasil a la sombrita. Y cuando destacaron el buen gesto de los brasileños que agradecidos
les gritaban “Muito obrigado” a los jugadores ingleses, en realidad deberían haber
explicitado que les estaban gritando “Muito abrigado”, cuando los europeos llegaron
al medio de la yunga húmeda emponchados hasta los eggs por la refrigeración del
micro.
A pesar de un arranque prometedor
de Mundial, en general, y en este partido en particular, estuvieron ausentes
algunas de las grandes figuras. Probablemente la que más a va extrañar este
bleeeeerg sea Fernando Niembro (ojo, que el tandem Walter Nelson-Macaya promete
darnos algunos chispazos de genialidad bizarra de vez en cuando). Por el lado
del plantel azurro la baja más sensible era la de Buffon, y fue el argentino
Paletta el que dio la nota. Mentira. Ningún periodista le pidió una nota porque
nadie lo conocía, y era el peorcito de todos.
La escuadra anglosajona también
presentó cambios y prescindió de jugadores clave como Scholes (discriminado por
colorado mufa). Buscando recuperar la antigua mística en blanco y negro del 66’ alternó pálidos lechosos
con unos mulatones que parecían más bien autóctonos caníbales hambrientos que
jogadores do fuchibol. También incluyó figuras del ámbito local, como por
ejemplo toda una banda compuesta por 4 del Liverpool, que no desentonó nunca.
Los japoneses siempre arruinando todo. Penal para Brasil.
Antes de empezar el match, a modo
de homenaje al cumplirse en el mundo un siglo de fútbol profesional, los
capitanes Pirlo y Gerrard llegaban entre ambos a los 100 años de edad.
Si hacemos un poco de historia, sabiendo
que Argentina arrancaba con cinco defensores lo más lógico hubiese sido pensar
que Italia formaría con una línea de no menos de 14 jugadores en el área chica,
pero oh sorpresa! cuando el núcleo de su juego pasó por el mediocampo. Decimos
entonces que el dibujo tano, más que un jamón del medio, era un Paletta de
lateral. Esto tuvo sus consecuencias porque pocos minutos después del pitazo
inicial Sterling (no confundir con Zergling, a pesar de su irracional violencia
y velocidad) ya apareció como un hueso duro de roer para el fondo tano cuando
sacó un remate colérico pero desviado que a todos nos pareció gol. Así Inglaterra
estuvo merodeando con imprecisión el área de los mediterráneos durante el
primer pasaje del doparti. Por su parte a sus 34 primaveras Pirlo demostró que
no pierde las mañas. Aunque tampoco perdió le pelo. Es más, muchos lo habían
tomado por un naufrago que había salido arrastrándose de las selva amazónica
aledaña al estadio y estaba ahí en busca de comida. En fin, arruinado o no, la
cuestión es que se puso el equipo al hombro y empujó con paciencia y menos
nervios que el rival, pero su velocidad mental y amagues desconcertaron más a
los propios compañero que a los contrarios.
Andrea Pirlo, un verdadero guerrero en el campo.
El espectáculo se dejaba mirar,
sin mezquindad ni especulación, pero sin goles. Hacia mitad del primer tiempo
aparecieron los paraguas en las tribunas. No se si se debía a la lluvia de
centro que se desató sobre campo itálico que la humedad del 152749,1% formaba
unos gotones que pegoteaban todo lo que tocaban. De cualquier manera el partido
no se abría y se había achanchado un poco. Lo más llamativo a los ojos eran los
arqueros que habían tenido la brillante (cueeec) idea de vestirse de naranja
fluor y verde loro respectivamente. Inclusive hubo reportes de expedicionarios
de la Antártida
que llegaron a divisarlos a simple vista.
A falta de mejores argumentos, y
al no poder hacerse con la punta del grupo D ambas selecciones apelaron al
recurso del tiro a quemarropa. Nada original. Ese mismo tiro ya había intentado
pegarse el maestro Tabares luego de comerse tremendo chivito (por no decir choto)
con Costa Rica, que entre paréntesis (spoiler), quedó 1º (!!!) de su grupo.
El arquero Hart se sentía a gusto
con su defensa porque transmitía un clima londinense. Parecía que nunca se iba
a despejar. Sin embargo cuando el encuentro pedía a gritos un gol, y de tanto
tanto buscar, el capitán azurro hace un pase mágico para convertir un corner
desde la izquierda en una pelota servida para Marchisio, que con un biandazo
cruzado sorprendía al number one, abría la cuenta y le metía picante a la
tardecita. Con el 1-0 puesto Italia tuvo que plantearse si hacer la plancha o
jugársela. El técnico de los mediterráneos gritaba desaforado “Forza! Molto
forza! ma oco, non tanto, no si vaian a cagare” (que quiere decir “Fuerza,
muchas fuerza, pero ojo, no tanto, no se vayan a confiar demasiado”) mientras
el gesticulación más pequeña que hizo la captaron en la estación espacial
internacional.
De poco les sirvió este anuncio a
los tanos, porque los de blanco se les vinieron encima de inmediato. El arquero
suplente en lugar de ser comparable a Buffon, pareció más un payaso de poca
monta del circo de Santiago Bal. Sumale a esto que algunos defensores italianos
(*ejem* Paletta *ejem*) quisieron renovar la gloria del viejo catenaccio, pero
el único encadenamiento lo tuvieron en los pies, porque no pudieron frenar a
los laterales anglosajones que desbordaban más el que el río Paraná la semana
pasada. Apenas 3 minutos después, a pura velocidad, Rooney manda un centro por
izquierda y Sturridge clavaba el empate y un clavo más en el cajón de la
esperanza de los charrúas, que van a tener que verse las caras contra estas dos
máquinas. “Los laterales ingleses son mortales en el espacio” dijo sesudamente
Macaya Márquez. “Sí, como Galactus”, completó Walter Nelson, que estaba mas
entretenido buscando a las novias de los players en la tribuna que en relatar
en serio.
Hasta el final del primer tiempo el
partido se puso bueno, muy rápido, muy alla
europea, pero la falta de llegadas claras y la imprecisión lo truncaban. Se dijo
que había a quienes les convenía que tantos tiro afuera no llegaran a causar
daño. No entendí bien si se referían a los costarricenses que quedaban primeros,
o a los manifestantes de los alrededores del estadio que estaban cayendo como
moscas por los cuetazos de la policía popular y progresista de Dilma. (Very
MatoGrosso. Nunça Menois). La última chance llegó a los 45’ cuando tras un pase de
Pirlo, Balotelli pica habilitado hasta el fondo, elude al arquero y ante la
encerrona tira una vaselina (que siempre lleva encima por la dudas, imaginate
si se la va a perder en Brasil, olvidate) desde el costado, pero Jagielka la
saca sobre la línea frustrando lo que pintaba como uno de los mejores goles del
Mundial. La jugada siguió con un corner, pero se acordaron tarde de atacar y el
pitazo les cortó el chorro dejándonos con las ganas de un partidazo para la
segunda mitad.
Tendrían los mediterráneos con qué
liquidar el partido?, todavía le quedarían resto a sus delantero?, tendrían habilidad
de sobra sus volantes?, todavía conservaría parte de los poderes mágicos de intangibilidad
que le concedía el copón X? Más que preocuparse por cómo cerrar un buen
resultado a los jugadores se los vio más preocupados por salvar sus vidas. El
entretiempo era un oasis para cortar con el mazazo que les significaban las
altas temperaturas. Se tiraron agua fría, hielos, y hasta se pusieron Clear Men
a ver si se les congelaba un poco el pecho, pero nada.
VAMOS MANAOS!!!!
En la segunda mitad Inglaterra
fue una vorashine (pronunciación
cortesía del amigo Arévalo) de agresividad con muchos intentos de media
distancia de Rooney, que nunca encontraron destino en la red. En cambio su
rival fue mucho más inteligente. Paró la pelota en campo contrario y pacientemente
construyó un par de centros peligrosos. El hecho de que a esa altura ya se
había sobrevenido la noche significó una amplia ventaja para Balotelli que se
escabullía entre las sombras sin ser visto. Así llegó a concertar uno de esos
centros al fondo de la red y volvió a poner a la azurra en lo más alto. Los
contrarios se quejaron con el línea por una supuesta posición adelantada, pero
no hay nada que hacerle, Balotelli está muy acostumbrado a embocarla de trampa
si lo agarran medio en offside.
Cumplida la hora de juego los de
blanco eran un batallón de remates y arremetidas comandadas por Gerrard, pero
sus delanteros demostraron tener un claro problema físico: dos objetos
corpóreos no se pueden traspasar. La defensa de italiana se puso los pantalones
y fue inamovible. Defendió todo lo que le tiraron. Todo. Centros, gambetas,
remates, expedientes de Mangieri, documentos de The Old Found, la designación
de Milani. Todo. Y demostró que no hace falta tener cinco troncos en el fondo
que la revienten para arriba sinó que con un par buenos alcanza y sobra. Se ve
que Sabella justo se había ido a mear y se
perdió ese concepto.
Kruiper, Baines, Paletta y del DT italiano, especialista en controlar el medio.
Hacia la mitad de segundo tiempo
el que mas movía el avispero era Sterling que mandó innumerables busca pies que
se convirtieron en busca-pezuñas cuando fueron rechazados por Paleta (Si uno es
un poco futbolero y un poco poeta debería decir que la pelota la que
lo rechazaba a él, y buscaba caer en otra parte). El mayor arma de ataque de los
tanos era, irónicamente, su pasividad. A fuerza de pases bien dados y manejo en
campo rival aplacaron los avances de los isleños y los volvieron locos
escondiéndoles la pelota.
Llegado el momento de los cambios
el técnico inglés metió a LaLana, para cubrir un poco. Grueso error. Encima que
hacia 45º grados no se le ocurre mejor idea que cubrirlos con LaLana. A los ingleses
se les acabó la nafta y no dieron para más. Contrariamente los jogadores de
Italia, especialmente los de la liga local, parecían tener mejor fortaleza en
lo físico. Se ve que tanto Calcio los fortaleció (cheeeeeeeeee).
Con el partido casi terminado
Pirlo era la figura indiscutida que titiriteaba la mitad de la cancha. Hasta se
sacó las ganas de reventar el palo de un tiro libre enguantado que debería
haber entrado si el Dios del fútbol hubiese estado viendo el partido en lugar
de estar mandándole carta-documento a Rocío Oliva.
Al finalizar el match a Balotelli
le pareció que se había armado demasiado poco quilombo y les mojó la oreja a
los plateistas haciendo el gestito de silencio a las a cámaras que lo tomaban.
Los ingleses típicos que había en el estadio, en un acto de rebeldía absoluta
demostraron su extrema furia frunciendo un poco el ceño.
Pitazo final. Italia 2 - Inglaterra
1. Enorme triunfo de los tanos que con más juicio que lujo se reindivic... se
rinvindin... se recuperaron de la
vergoña del 2010 y sacaron nuevamente chapa de potenciales campeones.
Inglaterra lloró, y Uruguay
lloró, y Italia rió, y Costa Rica quedó primero, fue todo una confusión...
¿Y vos qué opinás Pepe? ¿Pasa de
ronda la Celeste?...
Bo' fumá, botija!