viernes, 2 de julio de 2010

Bielsa y El Fantasma de los Mundiales Pasados: Brasil - Chile (por Nico)

En una semana atestada de revanchas, Chile repetía rival en los octavos de final, como en el 98’: Brasil, quien lo había dejado afuera. El Fantasma de los Mundiales Pasados parecía acosar a los trasandinos en sueños y la suerte de Bielsa ya casi ameritaba cambiarse el apellido a Kennedy. Pero esta vez era diferente, la mentalidad era otra. Esta vez era la acción ofensiva versus el contragolpe. La revelación de la copa, contra una selección de la que se esperaba mucho más. La filosofía del Loco, contra la persiana de Dunga. La justicia divino-futbolística parecía enderezar el tiro para el lado de los valientes trasandinos. Cuando todo parecía perdido, Brasil solo atinó a sacar a la cancha su fuego sagrado… los Chilenos terminaron carbonizados como si les hubiera explotado el Chaiten en la cara.

La unidad latinoamericana venía demasiado bien hasta octavos. Las provocaciones por las rivalidades en cancha se hicieron notar en partidos como el de Argentina, aunque con la eliminación de México las chicanas decrecieron claramente en número. De parte de Chile no faltó el jugador que le mojara la oreja a los argentos, este estuvo todo el partido pavoneándose con la palabra ISLA escrita en su camiseta.

Por su parte Dunga trataba de reivindicarse para con los hinchas, y para ganarse de una vez por todas sus 100 años de perdón, contra Chile nada mejor que confiar en Robinho. Y para terminar de demostrar su indiscutible análisis de juego decidió prescindir de Baptista, y de Elano (!). Lo que si no podía faltar era su cábala del partido contra Corea del Norte, un tabardo fovista que vestía como un Humphrey Bogart endemoniado, que le ofreció una movilidad corporal simil Robocop con reuma.

Bielsa trataba de mantener la calma ante la aparición en cancha del equipo sambador. Se asomaron los dos primeros: Dani Alves y Nilmar. Al DT chileno le empezó a correr un sudor frío por la espalda. Luego salieron del túnel Luis Fabiano, Lucio y Robinho. El Loco perdió la sensibilidad en los miembros inferiores y comenzó a arrojar espuma por la boca. Por suerte sabía que la situación ya no podía ser peor. Los últimos tres en presentarse fueron Julio Cesar, Kaká y Maicon. Caleb, presente en cancha, se retiró asustadísimo…

Marcelo Bielsa, hablándoles a sus jugadores con su habitual calma y serenidad.

El mediocampo de los trasandinos intentaba capturar la esencia del chileno típico. Ordenado, pensante, y si es posible que se apellide Contreras o Jara. En cuanto a los porteros, podemos resaltar el trabajo de Julio Cesar, titular y figura del Inter, campeón actual de la Champion League y posiblemente próximo campeón del mundial de clubes. Y por el otro lado estaba Bravo, peleando la titularidad en un equipo de la 2º división del futbol chileno. Bravo, tal vez por el karma de su apellido, daba ganas de llorar. No había tenido un buen partido contra España donde le regaló un gol a Villa, despues de una salida mas complicada que un local bailable de Omar Chaban.

Los primeros 15 minutos de juego el partido fue parejo, y la Roja le había robado la Jabulani a su rival. Para una selección de ese calibre haber tenido bastante más posesión de pelota que Brasil, se traduce en un YA TRIUNFASTE NENE!, Pero el miedito se apoderó de ellos cuando notaron lo difícil que se les hizo lastimar, porque el fondo verde-amarello realmente se Lució (Cuac de proporciones bíblicas).

Así es, ahora los brasileños también defienden bien y es constante. Como un enjambre de Zergs del fútbol, los penta van mundial a mundial infestando una nueva raza de jugadores para sus plántenles. El cerebrado Dungguet ha sumado a sus históricos laterales, delanteros de leyenda y flamantes arqueros, una nueva cría para su enjambre: los Centralings. Estos poseían la habilidad de metamorfosearse y reventar el esférico sin ningún tipo de pruritos. De hecho Plavicon se comprometió a donar una mano de barniz para todos ellos para el siguiente partido. Sin embargo destacamos a Lucio, quien casi siendo presa de un trastorno bipolar, ni bien salía del área se olvidaba de su costado Schiavista y avanzaba tocando con lujos y algún que otro pique bien abierto (no confundir con un ‘Piqué bien abierto’).

Hasta acá los cariocas eran una verdadera Fortaleza (Cuac de proporciones bíblicas 2.0), pero no habían podido adelantarse en el marcador porque el encargado de generar futbol empezaba las jugadas como Kaká, pero las terminaba como la mierda. Chile trató de aprovechar estas falencias y salir de Contrera. Los desbordes se hacían rápido, pero nunca alcanzaban el testazo porque Bosejour tenía menos centro que Gonzáles Chávez.

Gabriel Airaudo, el arquero tuerto de Atlético Rafaela, visitó la concentración chilena pero se tocó el testículo izquierdo cuando lo vio a Bielsa.

Llegando a la mitad del 1º tiempo los brazucas se habían entusiasmado con los remates de media distancia: Danny Alves, Maicon, Bastos, Kaká, Robinho, yo creo que si le caía la pelota Lula le pegaba también. 3 dedos, claro está (chiste con amputaciones?). Pasada la media hora de juego el fondo chileno, en pleno apoyo a la campaña de Piñera por incentivar los medicamentos genéricos, le deja de prestar atención a las marcas. El acecho carioca se hacia evidente y peligroso. El referí perdonó un penal de Bravo, a quien le pareció correcto omitir que es arquero y salir a cortar con una patada descendente a las pantorrillas de Lucio, quien luego de la falta lo trató de ‘rústico’. Cuando todo indicaba que se irían a las duchas empardados, un corner de los mulatos es interceptado por Juan (que en el plantel lo llamaban ‘el Polaco’), quien emboca un cabezazo para abrir el marcador. A Chile le estaban moviendo el piso. Aprovechando el desorden de la Roja, apenas pocos minutos después, Kaká prendió el GPS que tiene en la cabeza, y le pone a Fabiano un pase preciso a nivel subatómico. Bravo, que no aprender a achicar ni que se vaya a vivir con los jíbaros, pasa de largo y el canionieri brasileño le pone la firma a otro golcito de potrero que mete ‘mesho’. Y van…

Entretiempo, y a rearmarse. A Brasil, como en el mítico Mike Tyson Punch Out, hay que atacarlo primero y defenderte con uñas y dientes. Porque en la primera que les dejaste un espacio te liquidaron y no te levantaste ni con un tablao’ flamenco cantándote en la oreja.

En el segundo tiempo La Roja salió a buscar el partido sin el mas mínimo instinto de conservación, y sus réplicas hicieron temblar el estadio (ultimo chiste con terremoto, lo prometo). Ese cambio de actitud hizo que se pusiera picante para los brasileños. No porque se les haya complicado, sinó porque se siguieron morfando crudo a Chile hasta el final.

El Loco arengó a los trasandino a que inclinaran la cancha para el lado brasileño, y se ve que se lo tomaron muy literalmente porque eran tantos jugadores en el área carioca que se chocaban entre todos (estaban los 10, a Bravo ni lo cuento como jugador, no?). Los dirigidos por Bielsa no se supieron adaptar y propusieron una dinámica de juego más parecida a la que se ve en Chile: estrecharon mucho los pases, siempre de a uno en fondo por el costado y tratando de ganar territorio corriendo la línea. Esta tendencia se vio de manifiesto también cuando les cobraban offside, que si bien existieron, fueron siempre muy finitos.

Según confesó, Bielsa rearmó el equipo para el segundo tiempo inspirado en la figura del pastor Jim Jones y sus famosos suicidios en masa.

Las figuras chilenas también estuvieron ausentes, por ejemplo ‘microondas roto’ Valdivia daba vueltas sin parar y vagaba cerca del área sin intentar nunca un remate, parecía que necesitaba un loophole para poder pegarle al arco. Tampoco pudimos ver en acción al ‘Chupete’ Suazo, que haciéndole honor a su apodo, se durmió todo el partido y dejó que todos los demás hicieran su trabajo. Su nivel de juego fue tan desprolijo que cada vez que se tiraba al suelo a pelear una pelota hacia de cuenta que estaba viendo al Bicho Gómez haciendo el saltito con el culo del Mariachi loco. Igual de desaparecido estuvo Alexis Sánchez, parecía que se lo había tragado la tierra (Uups! ahora si último, lo prometo!)

El trabajo de Robinho fue el de levantar la cabeza para ver a sus compañeros. Por la pantalla gigante digo, porque casi ni la tocó. Obviamente, le tiró su condición de brasileirao, e hizo lo propio definiendo magistralmente un pase cruzado, luego de una corrida de 60 metros (que dejó en ridículo al gol de Diego a los ingleses) de parte de Ramires (¿¿??). Hay quien dice que una vuelta Dunga pateó una piedra en las playas de Ipanema y de abajo le saltó este pibe Ramires que tiene mas recorrido que el cohete Salta-Japón vía estratósfera.

Silbatazo final para sellar a fuego un 3-0 bien conseguido. Un Chile loco de contento tenía la ilusión intacta para pasar a la historia grande, pero chocó frontalmente contra un Brasil al que le alcanzaron los restros de fuchibol que le quedaban en el bolsillo. Tragados por un mar de decepción, ahora los chilenos tienen 4 años para reconstruir lo que quedó después del desastre de este año (Uuuuh, perdón jejeje ahora si el último, menos mal que se termina la review…)

Brasil jugó bien? Podríamos decir que si. A lo Brasil, pero si. Y Chile? Mmmm, exímame de la respuesta…

5 comentarios:

  1. JAJAJAJAJA mucho chiste "terremotil", muy bueno sensei!

    ResponderEliminar
  2. Jejeje. Épico! Se nota que aprovechaste para usar todos los chiste sobre Chile en el último artículo.

    ResponderEliminar
  3. Sin piedad eh! Muy bueno, como siempre.

    ResponderEliminar
  4. Gracias. El 'como siempre' se aplica al 'Sin piedad' o al 'Muy bueno'?

    ResponderEliminar
  5. Que conste que lo puse por el `muy bueno´, ahora si aplica a ambos ya es otro tema.

    ResponderEliminar